Nuestra educación a menudo influye en nuestra perspectiva de la Biblia. Para algunos, la Biblia es ese libro de gran tamaño que permaneció cubierto de polvo sobre la mesita de la sala. Para otros, es solo un libro de buenas costumbres y sugerencias o, aun peor, de leyes anticuadas destinadas a impedir que nos divirtamos. Pero la verdad es que la Biblia es la Palabra viva de Dios. A través de ella, Dios habla a aquellos que la escuchan, y proporciona guía y corrección (2 Timoteo 3:16–17). A veces, la Biblia nos da esperanza y aliento. Tiene el poder para transformarnos. Al examinar la relevancia que tiene la Biblia para nuestra vida hoy, una pregunta que tal vez tengamos que responder sea: ¿cómo puedo estar seguro de que la Biblia es la Palabra de Dios?