Al aprender a vivir para Dios, exploraremos también qué implica vivir para Dios cada día. Sabemos que la Biblia nos habla y que Dios quiere que cada uno viva en unión con otros creyentes. Esto es cierto, pero ¿cómo ponemos primero a Dios? ¿Cómo enfrentamos la confusión e incertidumbre que hay en el mundo? ¿Qué espera Dios de nosotros cuando nos pide que demos? ¿Cómo mostramos que apreciamos y amamos a los demás? En estas sesiones, consideraremos lo que la Biblia dice en respuesta a estas preguntas tan importantes.