La vida está llena de desafíos. Felizmente, cuando decidimos vivir para Dios, tenemos la confianza de que ya no andamos solos por la vida. El Señor nos ofrece su ayuda para atravesar todas las circunstancias difíciles. Él sabe que enfrentaremos miedos, decisiones y emociones y que no siempre nos sentimos lo suficientemente preparados para superarlos. Cuando no sepamos qué hacer, podemos acudir a Dios por la respuesta. Él nos ayudará a vencer cada desafío.