La vida puede estar llena de desafíos. Felizmente, cuando tomamos la decisión de vivir para Dios, podemos confiar en que ya no estamos caminando solos por la vida. Debido a que el Señor quiere que tengamos éxito, se ha comprometido a estar con nosotros en cada etapa del camino. En un mundo desafiante y caótico, Él nos ofrece su ayuda a través de toda circunstancia difícil.
El Señor sabe que enfrentaremos temores, decisiones y emociones que no nos sentimos preparados a enfrentar. La buena noticia es que Él tiene un plan para cada temor, cada preocupación, cada emoción, cada pecado y cada decisión que enfrentamos. El deseo de Dios es que vivamos libres de las preocupaciones de nuestro mundo, para que disfrutemos vivir plenamente para Él. Cuando no sepamos qué hacer, podemos recurrir al Señor para obtener una respuesta. Él nos ayudará a vencer cada desafío.