Nuestro Dios presta atención a los detalles. La Biblia nos dice que Dios se deleita en los detalles de nuestra vida (Salmos 37:23). Como tal, podemos estar seguros de que Dios estará con nosotros en todas y cada una de las situaciones. Nada lo toma por sorpresa. Él no sólo se ocupa de nosotros en los grandes problemas que enfrentamos, sino también en los detalles. Encontramos esto en la historia de Eliseo y la viuda de Sarepta. Este relato se registra sólo unos pocos capítulos después de que Elías, el mentor de Eliseo, fue llevado al cielo. Eliseo ya había comenzado a desempeñar plenamente su función profética.