En el encuentro bíblico de hoy, vemos a Jesús en una casa en la ciudad de Capernaúm. Mientras predicaba en una casa llena de visitas, llegaron cuatro hombres cargando a su amigo en una camilla. Como la casa estaba tan llena de personas, no pudieron pasar por la puerta; entonces, ellos abrieron un agujero en el techo y bajaron a su amigo justo delante de Jesús. Su valentía les impulsó a llevar a su amigo paralítico donde Él estaba. Como resultado, el amigo fue sanado. Tal vez tú conoces personas que no son capaces de llegar a Jesús por sí mismas. Tal vez están muy golpeadas por la vida, la carga de sus luchas es demasiado pesada, o tal vez simplemente no saben dónde empezar. Podemos colaborar con Dios e intervenir activamente para animarlos y ayudarlos a llegar hasta Jesús. Entonces comenzaremos a ver milagros en la vida de otros.