La Crisis Bíblica

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Hace unos años, Wayne, mi esposo, estaba predicando en un campamento para jóvenes de las Asambleas de Dios y yo estaba dirigiendo la adoración. Fue uno de los campamentos más memorables en que he participado.

Había un hambre espiritual realmente poderosa en los estudiantes. Estábamos experimentando un derramamiento soberano del Espíritu Santo —a tal punto que más de 150 estudiantes asistieron por voluntad propia a una clase matutina sobre el bautismo en el Espíritu Santo. 

Varios pastores de jóvenes y líderes fueron a la clase, así como estudiantes de los equipos del instituto bíblico. Aunque siempre hay chicos que vienen de otras denominaciones o no tienen trasfondo de iglesia, ese grupo era casi unánimemente de las iglesias Asambleas de Dios. 

Para empezar la clase, yo quería usar algo básico y familiar. Pedí que algún voluntario se pusiera de pie y citara Hechos 1:8. Nadie se ofreció como voluntario. Yo me reí y los alenté a que no fueran tímidos. Aun así, ningún estudiante se ofreció para citar Hechos 1:8.

Pregunté si alguien de la clase sabía Hechos 1:8. De los más de 150 estudiantes y líderes, ni siquiera una persona sabía Hechos 1:8.

Ni una sola persona.

Si tú tampoco estás familiarizado con Hechos 1:8, es uno de los versículos fundamentales acerca del Espíritu Santo. De hecho, si conoces algún versículo acerca del Espíritu Santo, sin duda es Hechos 1:8. En una cultura cada vez más secular, sé que hoy en día muchas personas están mucho menos familiarizadas con la Biblia que en las generaciones anteriores. 

Sin embargo, en ese momento, vi una realidad alarmante. Si ese grupo de chicos pentecostales dinámico y con hambre espiritual era así de ignorante de la Biblia, ¿qué futuro le espera al cristianismo?

Estamos experimentando una crisis bíblica. Las personas están reemplazando los versículos que todos hemos conocido con dichos motivacionales, la meditación en la Escritura con el ejercicio, y la teología con la ideología política. 

¿Estoy diciendo que los dichos motivacionales son intrínsecamente malos? No. Pero lo que me preocupa es que nos apropiamos de la cultura cristiana pero al mismo tiempo ofrecemos soluciones que no sanan.

El problema es gigantesco y sistémico. Sin embargo, la solución a la crisis es sencilla. Cada líder tiene la responsabilidad de inculcar en sus seguidores el amor por la Biblia. 

¿Dónde empezamos? Más abajo enumero mis reflexiones sobre algunas de las maneras en que he atesorado la Escritura en mi propia vida, así como también ideas que he visto y que dan buen resultado en las iglesias. 

 

  1. No des por sentado que todos tienen una Biblia

    Cuando fundamos la iglesia Saints Community (Comunidad de Santos) en Nueva Orleans, quisimos dar Biblias a quienes recibían oración en el altar. No teníamos la menor idea de cuánta gente iba a necesitar una Biblia. 

    A veces, observo desde la plataforma y veo un mar de Biblias azules. Son las Biblias de tres dólares que les entregamos, y la única Biblia que muchos de los miembros de nuestra congregación han tenido. A mí personalmente me gusta la Nueva Traducción Viviente. Es fácil de comprender y aplicar. 

  2. Fomenta la lectura de la Biblia constantemente

    Wayne y yo tuvimos el privilegio de formar parte del personal del Centro Cristiano Emanuel en Spring Lake Park, Minnesota, bajo el liderazgo de G. Mark Denyes antes de que falleciera. Su lema era: «De enero a diciembre, Génesis a Apocalipsis».

    Las personas, e incluso los líderes, necesitan recordatorios constantes de la importancia de leer la Biblia cada día. ¡Hay que alentar a las personas a que hagan lo que les resulta personalmente eficaz! Aunque a mí me encanta leer la Biblia impresa, por tener tantas páginas algunos la encuentran intimidante. 

    YouVersion es una plataforma online y móvil con una variedad de planes de lectura que ayuda a las personas a empezar por algún lado. A la vez, es alentador ver lo que otras personas están leyendo en la aplicación.

  3. Provee un método para la memorización de la Escritura

    Una de las maneras más importantes de inculcar la memorización de la Biblia es a través de un currículo para niños centrado en la Biblia. Casi todas las porciones de las Escrituras que yo sé de memoria las aprendí antes de los 18 años en la iglesia de niños, en los clubes de jovencitas y Teen Bible Quiz (el concurso de esgrima bíblico para adolescentes).

    Los líderes deben enfocarse intencionalmente en la tarea de ayudar tanto a los niños como a los adultos a atesorar la Palabra de Dios en su corazón. El concurso de esgrima bíblico para los menores (Junior Bible Quiz), el concurso de esgrima bíblico para los de edad intermedia (Bible Quiz), las fichas con pasajes bíblicos y las competencias de memorización bíblica son muy buenas maneras de que las personas aprendan los versículos. ¡Hay que ser creativo! Para mí, la Nueva Versión Internacional es la más fácil de memorizar. 

  4. Escribe canciones inspiradas por la Biblia

En generaciones anteriores, las personas aprendían y trasmitían la doctrina a través de los himnos. Un sermón dura un momento, pero una canción perdura cientos de años. No estoy minimizando la predicación de la Palabra, pero deseo que los líderes de adoración se den cuenta del impacto potencial que tiene crear canciones bíblicas.

Desafío a los autores a que compongan música que, además de fluir del corazón, también tenga su base en la Escritura. Tenemos la seria responsabilidad de ayudar a las personas a aprender los preceptos bíblicos a través de canciones que nos ayuden a recordarlos.

Escribe una canción para niños a partir de un versículo. Escribe una canción en torno a una serie de predicaciones. Escribe canciones inspiradas en los Salmos. Compártelas con tu congregación. Yo todavía recuerdo una canción que mi líder del club de jovencitas escribió de 1 Corintios 13. Y, lo que es aun más importante, recuerdo los versículos.

Cuando los aspirantes a médico estudian cardiología, pasan un tiempo considerable trabajando en corazones intactos y sanos. Cuando ven un corazón enfermo, lo reconocen, no por las características de la enfermedad, sino porque están tan familiarizados con la apariencia y funcionamiento de un corazón sano, que se dan cuenta de que ese corazón no refleja un tejido saludable.

De la misma forma, la mejor manera posible de criar a nuestros hijos espirituales es inundándolos con la naturaleza de Dios según se revela en su Palabra. De esta manera, aprenderán a reconocer un mundo quebrado y caído. Esos creyentes sabrán cómo responder, porque han guardo en su corazón herramientas que les traen esperanza y sanidad.