El Espíritu Santo es Dios
El libro de Hechos comienza con unos sucesos maravillosos. El Espíritu Santo bautiza a los seguidores de Jesús en el Día de Pentecostés. Su obra se amplía y, de habitar en los creyentes, pasa a llenarlos con poder para transformar radicalmente el mundo para Jesús. La Iglesia crece y muchas personas son sanadas. Luego, encontramos un relato desafiante sobre dos creyentes que decidieron engañar a los líderes de la Iglesia, pero descubrieron que, de hecho, le mintieron al Espíritu Santo. Las consecuencias parecen duras, pero confirman que el Espíritu Santo es Dios. Debemos tratarlo con la honra y respeto que merece.