Pablo y Silas en la cárcel

Cuando dejamos a Pablo en Hechos 9, empezaba su poderoso ministerio. Bernabé, otro creyente, lo llevó ante los apóstoles en Jerusalén, y Pablo anunció a Jesús allí por algún tiempo. No obstante, la ardiente predicación de Pablo atrajo otra clase de atención. Así como Pablo había amenazado a la iglesia primitiva, en ese momento su propia vida corría peligro. Los apóstoles decidieron enviar a Pablo a Tarso para protegerlo. Pablo se dio cuenta del costo relacionado con el llamado de Dios en su vida.

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