Vivimos en un mundo que adora a las celebridades. Tendemos a idolatrar a cualquiera que influya en las redes sociales, a un atleta estrella o a una estrella de cine. Son como dioses para algunos. Los siguen en las redes sociales, quieren conocerlos y darían lo que fuera por conocerlos. Algo así es lo que Pablo y Bernabé vivieron en la ciudad de Listra. Después de sanar a un hombre lisiado de los pies en su ministerio allí, la gente pensó que eran dioses y quiso adorarlos. Observa cómo Pablo y Bernabé desafiaron su pensamiento errado con la verdad de Dios.