La oferta de Jesús es notablemente clara: si lo buscamos, lo encontraremos. Él no se esconde de nosotros, pero es necesario que seamos intencionales. Él nos ha llamado a seguirlo, a imitarlo. En este volumen, veremos a personas que siguieron a Jesús a través de los desafíos de sus circunstancias. Seguir a Jesús no es sólo un ejercicio mental para el crecimiento personal, significa vivir nuestra fe de manera tangible: al encontrarnos con Él, escuchar con atención, recibir su gracia y confiar en Él.