Elías contra los profetas de Baal

Aunque Salomón empezó muy bien su reinado, más adelante en su vida siguió las costumbres de las naciones vecinas. Tomó muchas esposas, algo prohibido para los reyes (Deuteronomio 17:17), y en vez de dedicarse únicamente al Señor Dios, ellas lo desviaron hacia sus dioses paganos. Una de las consecuencias de este desvío de Salomón fue que, después de su muerte, Israel se dividió en dos reinos (Israel al norte y Judá al sur). Cada reino tuvo muchos reyes que llegaron al poder y cayeron. Algunos reyes siguieron al Señor, pero la mayoría de ellos no lo hizo. En esos tiempos de oscuridad, se levantó un profeta en Israel, el reino del Norte, llamado Elías. Él trató de volver el corazón del pueblo al Señor cuando se hundía más y más en la adoración a ídolos paganos y se alejaba de la adoración al único verdadero Dios.

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